El Día Rosa, que se celebra el 29 de septiembre en el mundo, llama la atención sobre la prevención del cáncer de mama, que es la enfermedad que mata a más mujeres en muchas partes del mundo. Según el Ministerio de Salud el modo más popular para la detección precoz de este cáncer es el auto-examen. «Esto ayuda a realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad, lo que aumenta las posibilidades de curación».
La mamografía y ecografía mamaria son pruebas más precisas que puedan diagnosticar el tumor en el seno. «El seguimiento más factible para revertir esta situación es la mamografía. Puede encontrar tumores de menos de un centímetro. A estas alturas, el 95% de los casos son tratables», explican los especialistas en oncología.
Además del diagnóstico temprano, hay hábitos que ayudan a prevenir el desarrollo de esta enfermedad. Apréndelos ya que son muy importantes y aumentan tu protección.
Un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos, publicado en el Journal of the National Cancer Institute, encontró que las adolescentes que practican ejercicio vigoroso reducen las posibilidades de sufrir de cáncer de mama en la adultez en hasta un 23%. En este análisis, la actividad física debe comenzar alrededor de los 12 años y una duración de al menos diez años para la protección contra la enfermedad sea efectiva. Los investigadores señalan que esto se debe a que los ejercicios son capaces de reducir los niveles de estrógeno, el riesgo de cáncer relacionado con hormonas.
«La práctica de ejercicios físicos deben adoptarse para la vida. Disminuye el estrés y ayuda a controlar el peso, factores que también influyen en el desarrollo del cáncer de mama».
1. Amamantamiento
Además de traer muchos beneficios para el bebé, la lactancia materna sigue siendo de muy buena salud a las madres. De acuerdo con un estudio realizado por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer en Inglaterra, las mujeres que amamantan a sus hijos durante al menos seis meses tienen un 5% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de mama. «Cuando una mujer amamanta, ella estimula las glándulas mamarias y reduce la cantidad de hormonas, como el estrógeno en el torrente sanguíneo».
Omega 3
Investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center, EE.UU., demostraron que el aceite de pescado puede disminuir hasta en un 32% las posibilidades de cáncer de mama. Esto ocurre por la acción antioxidante de ácidos grasos del omega-3 los ácidos grasos que se encuentran en abundancia en aceites de pescado.
Estrés
El estrés es uno de los factores de riesgo del cáncer de mama. «Algunos estudios han demostrado que las mujeres que viven una rutina muy agitada y estresante tienen el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad».
No se sabe muy bien ya que el estrés aumenta el riesgo de cáncer de mama, pero la relación entre ambos es bastante evidente. Las técnicas de respiración, relajación y meditación, practicada en el Tai Chi y yoga, ayudan a controlar el estrés y la ansiedad.
Haba de soja
«Los estudios han demostrado que la incidencia de cáncer de mama es menor en los países asiáticos y se ha encontrado que el consumo de soja y sus derivados, común en estos países, ayudan en la prevención de la enfermedad».
Según el experto, esto es debido al hecho de que la soja es alta en estrógenos de un tipo de isoflavona que tiene características muy similares a los estrógenos, pero no aumenta la proliferación de células de mama, un factor que aumenta las probabilidades de cáncer de mama
Mantente muy alejada de Alcohol
De acuerdo con el médico Arturo Guerra, coordinador de la carrera de medicina de la Facultad de Medicina de ABC, consumir sólo 14 gramos de alcohol al día puede incrementar el riesgo de cáncer de mama en un 30%.
«El mecanismo de acción por el cual el consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama sigue siendo desconocido, pero se sabe que el alcohol afecta a las vías de propagación del estrógeno, una hormona fuertemente asociado con el cáncer de mama».
Peso bajo control
Al llegar a la menopausia, las mujeres tienen sobrepeso o son obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, el sobrepeso también aumenta las probabilidades de que el cáncer sea más agresivo. Según los mastólogo, una de las principales hormonas producidas por el tejido adiposo (formado por las grasas) es el estrógeno. Esta hormona provoca la reproducción celular que, si no se controla, puede provocar el cáncer de mama.
Con un ojo puesto en la historia familiar
La mayoría de las mujeres deben comenzar las mamografías anuales después de los 50 años, pero para aquellas que tienen una historia familiar de cáncer de mama, el examen debe comenzar antes. «Si un pariente cercano ha tenido cáncer de mama a los 40, necesita para empezar las mamografías anuales a partir de los 30 años.
Atención a otros síntomas
Muchas mujeres no lo saben, pero la aparición de tumor o nódulo en la mama no es el único síntoma de la enfermedad. «Hay otros síntomas tales como cambios en el pezón y la presencia de secreciones pueden ser una señal de cáncer de mama», dicen los mastólogos. Cuando notes uno o más de estos síntomas, debes encontrar rápidamente un profesional y preguntarle si te puedes hacer una mamografía.
Dieta rica en vegetales
Las mujeres que consumen verduras suelen tener hasta un 45% menos de probabilidades de desarrollar cáncer de mama, según un estudio realizado por la Universidad de Boston. Los alimentos como verduras brócoli, la mostaza, la col rizada son ricos en glucosinolatos, que son aminoácidos con un papel importante en la prevención y tratamiento del cáncer de mama.
Cuidado de la TRH
Muchas mujeres buscan terapia de reemplazo hormonal para reducir los síntomas menopáusicos. De acuerdo con esta sustitución – principalmente de los esteroides, tales como el estrógeno y la progesterona – puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. «Hay evidencia de que el uso de la terapia de reemplazo hormonal aumenta claramente el riesgo de las mujeres de desarrollar este tipo de cáncer. Por lo tanto, el uso de estrógenos en las mujeres se debe evitar», explican los expertos.
En la menopausia, los tejidos son más sensibles a la acción de los estrógenos, ya que esto los niveles hormonales son bajos debido a la falta de producción por el ovario.
Como alternativa a la terapia de reemplazo hormonal, el experto indica que el ejercicio físico y una dieta equilibrada ayuda a controlar el peso y la ganancia de prevenir la enfermedad vascular y la osteoporosis, las principales preocupaciones de las personas que entran en esta etapa. «Con estas medidas generalmente no necesitan estrógeno o progesterona de reemplazo hormonal».
Café
Tomar hasta cinco tazas de café al día tiene un factor de protección contra una forma agresiva de cáncer de mama, según un estudio de la Investigación del Cáncer de Mama. Los científicos dicen que las mujeres que tienen este hábito pueden llegar hasta un 57% más de protección. Pero hay que tener cuidado con el consumo excesivo de café, especialmente si tienes presión arterial alta o sufren de insomnio. Para ello, consulte la opinión de su médico antes de aumentar el consumo de esta bebida.