El niño dentro del útero materno no regula su propia temperatura, esta función la realizar el cuerpo materno. Luego de nacer, el cuerpo del recién nacido debe producir su propio calor para mantener la temperatura corporal constante.
Las madres deben cuidar el abrigo del niño durante todo el año, pero especialmente en las estaciones frías para evitar posibles enfermedades.
Muchas veces resulta difícil saber si el bebé tiene frío y requiere de más abrigo en el invierno. Nunca deben utilizarse las manos para evaluar la temperatura del bebé, porque habitualmente sus extremidades siempre se encuentran más frías con respecto a su cuerpo.
La importancia del cuidado del abrigo del bebé durante el invierno por parte de sus padres se explica por la imposibilidad que tiene de comunicar la presencia de frío.
Una estrategia a utilizar para saber la cantidad de ropa debe utilizar el bebé, es que se deben colocar 1 prenda más de vestir que la que posean los adultos. Si la madre está utilizando 2 buzos, al bebé deberá colocarle 3 prendas. Esta simple regla, fácil de utilizar por toda la familia, permite lograr un equilibrio en la cantidad de abrigo del bebé, para prevenir la aparición de enfermedades.