Dentro de poco es navidad y muchos niños ya empiezan a pedir lo que quieren que Papá Noel, Santa Claus…. o bien Los Reyes Magos les traigan por haberse portado bien durante todos el año.
Sin embargo, ya que en el mercado hay una gran variedad de juguetes, es normal que pidan una lista enorme a la que vayan agregando poco a poco más juguetes conforme los van viendo por la tele o en las tiendas.
Normalmente ese comportamiento es el de un niño pero los padres deben hacerle entender que no puede tener todo lo que él o ella quiera. Al mismo tiempo, los padres también deben darse cuenta que comprarle todo lo que quiere no hace más que perjudicarle porque lo único que se consigue con eso es que pida más y más cosas.
Por eso, los padres tienen que enseñarles que deben pedir lo que más les guste, no todo lo que ven. Y ellos han de aprender que el cariño no se compra ni se obtiene según la cantidad de regalos que se le hagan, han de ser coherentes y enseñar a valorar más los ratos que se está con los pequeños que la cantidad de juguetes que puedan tener.
Esto no sólo se aplica a la navidad, también se puede aplicar a los cumpleaños, santos, etc. Una compra compulsiva lo único que hace es que el niño o niña entienda que puede tener todo lo que quiera, tengan dinero sus padres o tengan que hacer malabares para llegar a fin de mes.
