La alimentación constituye una de las funciones vitales de los seres humanos, desde que nacemos debemos aprender a ingerir alimentos para obtener las sustancias y energía necesarios para el funcionamiento óptimo.
En los niños menores de 3 meses se deberá promover la lactancia exclusiva como forma de asegurar disminuir la probabilidad de sufrir enfermedades como diarreas, resfríos y neumonías. La leche materna aporta nutrientes esenciales y sustancias de defensa frente a posibles agresores para prevenir infecciones. La alimentación de los niños menores de 3 meses no debe incluir ningún alimento extra además de la leche materna, ni siquiera el consumo de agua. La leche materna le aporta todos los requerimientos nutricionales. En algunas contadas ocasiones la madre no es capaz de amamantar, razón por la cual se deberá comenzar la utilización de leche artificial a través de un biberón.
Existen diversas fórmulas comerciales que pueden ser utilizadas o la misma puede prepararse a partir de leche de vaca con el agregado de agua, azúcar y aceite. Las proporciones deberán ser indicadas por el médico pediatra según las necesidades del niño menor de 3 meses. Las fórmulas artificiales sólo deben utilizarse en niños seleccionados según el criterio médico, lo que permitirá su mejor aumento de peso y crecimiento corporal.