La dieta que realiza un bebé tiene que aportarle todos los nutrientes esenciales para su normal desarrollo, siendo los dos primeros 2 años de vida una etapa fundamental para el desarrollo del cerebro. La falta de algunos nutrientes esenciales producirá daños que no podrán recuperarse en el futuro.
El hierro constituye un metal esencial para la producción de hemoglobina, que se encuentra en los glóbulos rojos. La hemoglobina es la encargada de transportar el oxígeno proveniente del aire que respiramos a todos los tejidos del cuerpo para el proceso de obtención de energía. Ninguna célula del cuerpo puede vivir sin este preciado gas.
La falta de hierro en la dieta del bebé determinará la aparición de anemia, que llevará a un retraso en el crecimiento, con un menor aumento de peso a lo largo de los meses. Para prevenir esta situación se deberá aportar a todos los bebés hasta los 2 años de vida, hierro de forma diaria. La forma más habitual es administrarlo en gotas indicadas por el médico pediatra.
La dieta del bebé deberá incluir un porción de carne todos los días para asegurar el aporte de proteínas y hierro.
Esta simple estrategia permite disminuir la aparición de anemias en los bebés, evitando retrasos en el crecimiento y desarrollo.
