Cuando hablamos de natación para bebés debemos tener en cuenta que esto poco tiene que ver con lo que a nadar se refiere, ya que esto no podrá hacerse adecuadamente hasta los 4 o 5 años. Antes son demasiados pequeños para poder desarrollar esta autonomía y adquirir los correctos movimientos de natación. Por este motivo es necesario aclarar que una cosa es el dominio, adquisición y disfrute de determinadas habilidades y otra muy diferente el aprender a nadar; esto deben tenerlo muy claro los padres.
Los recién nacidos están dotados de reflejos con los que se hace posible una conducta adaptada precisamente al medio en el que se desenvuelven, como es en este caso el agua.
Si se limitan las experiencias de un bebé a estar demasiado tiempo en la cuna o cochecito se reduce la capacidad de desarrollo físico e intelectual del bebé en un periodo muy importante de su vida. El objetivo de esta actividad se centra básicamente en reforzar la confianza entre los padres y el bebé a través del vínculo afectivo, haciendo que compartan una experiencia única e inigualable. Por si fuera poco, a través de la natación para bebés se crean momentos para jugar dentro de un ámbito recreativo y lúdico. Existen además otros beneficios que conoceremos a continuación:
- Desarrollo psicomotor: el bebé puede permitirse el movimiento tridimensional, por lo que le es fácil sentirse en libertad a través de los movimientos. A una edad temprana podrán tener ciertas nociones de desplazamiento, lo que beneficiará a la hora de una mayor coordinación motriz.
- Ayuda al sistema inmunológico y fortalece el sistema cardio respiratorio: hacer natación fortalece los pulmones y el corazón, ya que el trabajo que se realiza en el agua aumenta la eficiencia del traslado de la sangre y la oxigenación.
- Aumenta la capacidad de percepción: se ha demostrado que aquellos bebés que hacen natación durante los dos primeros años de su vida, pueden desarrollar una mayor percepción del mundo que los rodea, por lo que se han más observadores y creativos. El agua estimula al juego, que a su vez repercute de manera positiva en los aprendizajes futuros.
Para realizar esta actividad, en los diferentes ayuntamientos suele haber actividades de este tipo, pero sin duda, la mejor opción sería contar con una pequeña piscina desmontable en casa, adaptada al espacio del que dispongas, así como contando con la posibilidad de guardarla fácilmente cuando no la necesites o en épocas frías. De este modo desaparece la necesidad de desplazarse y se cuenta con una mayor comodidad, además de poder realizar la actividad más a menudo.