La alimentación de nuestros bebés recién nacidos es una de las cosas que más nos preocupan a los padres. La salud y el desarrollo de nuestros pequeños es una prioridad y nos gusta estar seguros de que estamos haciéndolo lo mejor posible. Desde dudas sobre la lactancia y leche en polvo para recién nacidos como la que podemos encontrar en esta web hasta consejos para saber cuándo darle de comer y cuándo no, son sobre todo los padres primerizos los que necesitan más ayuda en estos aspectos. Aquí te dejamos algunas instrucciones para que la alimentación de tu recién nacido sea la mejor:
Según la Organización Mundial de la Salud, la mejor fuente de alimentación para un recién nacido es la leche materna, ya que posee todos los nutrientes que un recién nacido necesita. La leche materna es tan poderosa, que a medida que nuestro pequeño va crecienco, va cambiado sus propiedades para satisfacer sus necesidades según la edad que tenga. Sin embargo, hay madres que no pueden amamantar a sus bebés y que deben optar por utilizar un biberón. Estas madres no tienen por qué preocuparse; solo tienen que buscar las mejores leches de fórmula, ya que consiguen emular las características de la leche materna de forma muy satisfactoria aportándole al pequeño todos los nutrientes que necesita.
Los bebés recién nacidos necesitan comer entre 8 y 12 veces al día, es decir, cada dos o tres horas. Para saber que tu bebé empieza a tener hambre, fíjate en que haga señales como llevarse las manos a la boca, chuparse los puños y los dedos o golpearse los labios. Si tu bebé empieza a quejarse o a llorar, eso quiere decir que necesita comer cuanto antes. Cuando el bebé deje de mamar, cierre la boca o se aleje del pezón o el biberón, es posible que esté lleno o que simplemente necesite un descanso. Para saber cuál de las dos opciones es la correcta, trata de hacerlo eructar o espera un minuto antes de acercarle el pecho o el biberón de nuevo.
Ten en cuenta que los patrones de alimentación de tu bebé pueden cambiar de un día a otro, es decir, que no comerá lo mismo todos los días. En los periodos de crecimiento (a las 2 y 3 semanas desde el nacimiento, y a las 6 semanas) es posible que tu bebé quiera comer más o con más frecuencia. Simplemente mantente atento a los signos que exprese tu hijo en vez de mirar el reloj.
Es posible que tengas dudas sobre tu bebé está comiendo bien o no, es normal. En lugar de preocuparte por las horas a las que come o la cantidad, fíjate más en si aumenta de peso de forma uniforme o si queda satisfecho entre una alimentación y otra. Otra forma de saber si el bebé se está desarrollando bien es comprobando al quinto día después del nacimiento que haya mojado 6 pañales o haya realizado tres o más evacuaciones intestinales al día.
Recuerda que los bebés no son una ciencia. Cada uno tendrá una serie de necesidades. Lo más importante es que sepas pedir ayuda si te encuentras en una situación que no sabes cómo resolver.