El embarazo es un proceso fisiológico pero implica una serie de cambios importantes en el cuerpo femenino. Algunos de los cambios son visibles pero la mayoría implican modificaciones a nivel celular y bioquímico. Estos cambios son necesarios porque la madre deberá cumplir varias funciones por su feto hasta que el mismo nazca. El aporte de oxígeno, alimentos, otras sustancias, calor y la eliminación del anhídrido carbónico y desechos lo realiza la madre embarazada.
Existen cambios en todos los sistemas de la madre, desde el cardiovascular: aumentando la cantidad de sangre circulante, el respiratorio: aumentando la capacidad pulmonar hasta el urinario: ir al baño cada poco tiempo.
Es frecuente que la mujer embarazada tenga cambios en los gustos de la comida, tenga preferencia selectiva para algunos alimentos y el rechazo de otros que antes disfrutaba.
La postura de la mujer embarazada cambia para llevar un abdomen mucho más prominente en donde se encuentra su futuro hijo.
Estos diversos cambios permiten mantener a dos personas con vida durante una porción de tiempo de 9 meses promedio. Muchos de los cambios la madre no es conciente, pero otros si implican cambios importantes en su estilo de vida, que deberá comprender para lograr una mejor adaptación y tolerancia del embarazo.
