A partir de los 6 meses de edad toda familia deberá incluir en la dieta de su bebé alimentos sólidos. La lactancia materna continuará hasta un máximo de 2 años de edad, pero aumentando progresivamente el aporte de alimentos sólidos.
Los alimentos sólidos constituyen nuevas y diferentes texturas para el bebé que implican comenzar a masticarlos, además de una diversa gama de sabores y aromas. Comienza un periodo de descubrimiento para el bebé a través de varios de sus sentidos. Esta etapa implica un gran compromiso por parte de los padres por la paciencia que implica acompañar a su bebé hasta la adquisición completa de los hábitos alimenticios.
En los alimentos a ofrecer al bebé no deberá agregarse azúcar ni sal ni cualquier otro aditivo. Se deberán preferir los alimentos naturales, sin el agregado de productos químicos, capaces de producir reacciones alérgicas precoses.
Al principio la madre manejará los cubiertos para ir proporcionando los alimentos a la boca del niño, que al principio es normal que los rechace. Nunca se deberá abandonar un alimento luego de intentar administrarlo al niño varias veces en distintos días. A partir del año, el bebé podrá comenzar a utilizar el tenedor o chuchara sólo, cuando la madre corte el alimento previamente en el plato.