Cada día es más difícil para los padres poder controlar los caprichos de nuestros hijos que tienden a pedir todo lo que ven sea en televisión o las vitrinas de los supermercados. ¿Cómo podemos actuar? ¿Es bueno comprarle regalos constantemente?
Definitivamente no es bueno consentirlo en todos sus caprichos o recompensarlo con algún juguete cada vez que haga algo bueno, es fácil para el niño aprender que vale más un objeto material que las palabras de felicitación o la satisfacción que pueda sentir y aprender esa lección a su corta edad puede tomar mucho tiempo y paciencia para que entienda que no es lo correcto.
En la actualidad la publicidad también contribuye a que nuestros hijos se vuelvan más materialistas, como padres es recomendable ser muy pacientes, al inicio un niño jamás reaccionará bien ante una negativa, hará hasta lo imposible para que cambiemos de opinión, es en este punto donde uno debe ser firme en su palabra y hacerle entender que no necesita tener todas esas cosas en la vida para ser feliz. Si en caso cede en comprarle un juguete por el cual ha llorado, es probable que al momento de tenerlo empiece a llorar por otro convirtiéndose en una cadena que va a tomar tiempo en cambiar, y es que el niño al ver un juguete que no le pertenece lo desea con tanta intensidad que cuando lo obtiene, pierde su valor inicial.
Ser conscientes de cuándo podemos comprarle a nuestros hijos
Pero hacerles obsequios a los niños no es malo, siempre y cuando exista el momento indicado. Por ejemplo si se encuentra enfermo o es su cumpleaños, esos detalles para ellos serán bonitos y lo recordarán por mucho tiempo, en comparación a un niño que espera siempre regalos y no se sorprende o entusiasma cuando recibe uno.
En gran parte, este comportamiento lo aprenden de lo que ven a su alrededor, así que si los padres, hermanos o tíos son personas que se esmeran por tener lo último en tecnología y piensan que una persona vale más por lo que tiene que por sus habilidades, es probable que el niño se nutra de estas reacciones que ven y están empezando a adaptarlas a su estilo de vida con sus amigos, deseando ser siempre el que tenga los mejores juguetes y los cumpleaños en los lugares más populares.
Sea que sus hijos pidan muchos juguetes o no, siempre es bueno hacerlos comprender que es un buen comportamiento y cual no porque durante los siguientes años se encontrará con otros niños que tal vez no les enseñaron el valor del interior de una persona y estará expuesto a ser influenciado, siendo la comunicación entre padres e hijos de gran valor para mantenerlos.
