Los estilos de consumo se han modificado radicalmente en las últimas décadas. Comprar objetos que tienen una duración reducida se ha impuesto en la dinámica de consumo actual, al igual que el incremento de los envases en que vienen los productos, especialmente los alimentos.
Los niños disfrutan jugando además de cumplir una función de contribución al desarrollo de habilidades físicas y mentales.
Hay que tener cuidado el uso que le brindan los niños a los envases de diversos productos porque pueden poner en riesgo su vida. Una bolsa de nylon vacía puede ser un juego muy divertido para un niño que hace ruido y se modifica según sus gustos. Pero con una bolsa de nylon puede llegar a presentarse una asfixia mortal. Estos desafortunados sucesos ocurren en pocos segundos y sin aviso previo, así que las familias deben poner todo su énfasis en la prevención.
Se deben controlar todos los envases, especialmente aquellos de mayor tamaño para que los niños no puedan tenerlos a su alcance, al igual que los padres no deberán utilizarlos con otros fines.
Con un mínimo esfuerzo y atención de los padres y otros cuidadores podrán proporcionar al niño un hogar más seguro frente a los accidentes domésticos.