Estas son algunas de las cosas que tu bebé necesita para desarrollarse afectivamente. Poniendo en práctica estas sugerencias, estarás ayudando a tu hijo a desarrollarse emocionalmente sano y esto hará de él una personita feliz. De acuerdo con las experiencias que tu hijo tenga en la vida, podrá aprender a desarrollar buenos o malos sentimientos respecto de sí mismo y de los demás. Tu bebé te habla… ¡Escúchalo!…
Abrázame y acaríciame.
Los bebés que reciben atención personal pueden aprender con mayor facilidad. El clima emocional durante los primeros años de vida afecta de una manera importante la habilidad del niño para aprender. La forma de manifestar las emociones depende de la experiencia.
Una interrelación afectiva con tu bebé estimula su desarrollo. Los estudios indican que los bebés con quienes se mantiene buena comunicación en el hogar, balbucean y vocalizan más que aquellos que viven en instituciones.
El pequeño puede no comprender tus expresiones verbales, pero tus manos y tu cuerpo le hablan un lenguaje que él comprende. Si tus manos son cariñosas, si lo acaricia con afecto, tu bebé puede desarrollarse adecuadamente. Por eso acarícialo, las sonrisas también son caricias. Tú le demuestras cariño cuando le sonríes y utilizas una voz suave y agradable. Esto contribuye al progreso de tu bebé.
Un abrazo o una palmadita cariñosa pueden ser importantes para el niño que inicia el gateo, o que está comenzando a pararse por sí mismo y se mueve curioseando el ambiente. Los bebés que reciben dicha aprobación, reaccionan positivamente. Desde que el niño es aún un bebé, puede aprender a relacionarse con otras personas, a aceptar y manifestar afecto por ellas, y a confiar en los demás. Si el bebé siente esto contigo habrá dado un paso fundamental en su habilidad o potencialidad para establecer lazos afectivos con otros.
Además si el bebé siente que tú lo quieres, empezará a quererse a sí mismo y esto es indispensable para un desarrollo adecuado. “Sentir confianza y comodidad motivara el aprendizaje de tu nene”.
¿En quién apoyarse?
Tu bebé necesita una persona que lo cuide constantemente. Puede ser la mamá o el papá. Puede ser alguna persona cercana a tu familia o puede ser una niñera, pero es muy importante que el bebé experimente seguridad y estabilidad.
Además de la atención de sus necesidades, tu bebé requiere una persona, una figura familiar que esté siempre cerca de él. Algunas veces ambos padres se alejan del bebé durante el día. La madre frecuentemente trabaja fuera del hogar.
La persona que se encargue en este caso del cuidado del niño, en lo posible debe ser la misma durante el primer año y debe pasar la mayor parte del día con él. Trata de empelar a una persona que cuente con experiencia anterior en el cuidado de niños y conozca en la medida de lo posible la forma adecuada de tratar y cuidar un bebé.
Ese alguien, ya sea el padre, la madre o cualquier otra persona, debe sentirse a gusto atendiéndolo. Debe tratarse de un ser alegre, que sonría con frecuencia y que cree una atmósfera feliz para el desarrollo del niño. Esta relación inicial es muy importante.
A medida que tu bebé madura, el círculo de personas que lo cuidan puede ir aumentando. Pero por algún tiempo es conveniente que exista una persona principal que mire las mismas cosas, hable y reaccione de la misma manera. El bebé necesita conocer a la persona que cuide de él; necesita saber cómo va comportarse con él. En los primeros meses, el pequeño bebé necesita una figura familiar que le proporcione seguridad requerida.
Llorar y llorar
El recién nacido llora por hambre o por dolor. Algunos piensan que el sistema nervioso tiene relación con el llanto. La mayor parte de las reacciones de un niño de un mes de edad son reflejas. Cuando tu hijo está satisfecho, su estado es de relajación completa.
Cuando él agita sus brazos y piernas te está queriendo decir algo. A veces su espalda se pondrá rígida y tiesa; ésta es tu forma de hablarte. La mejor forma de establecer una buena relación entre el bebé y la persona que lo cuida, es atendiendo rápido y oportunamente su llanto. Aquellos bebés que se dejan llorar por mucho tiempo, según algunos estudios; cuando crecen lloran con más frecuencia.
Tal vez tú temas echar a perder a tu hijo si lo alzas cada vez que lloras. Pero si no lo consuela en las primeras semanas de vida, podrá llegar a ser un niño latoso cuando sea más grande. Los niños pequeños necesitan una atención inmediata. Más tarde podrás juzgar mejor qué tan urgente es la necesidad.
Tu bebé te dará señales, escuchar y mirar es obligatorio para entender el lenguaje que usa, escucha cómo suena su llanto, pues puede ser señal de dolor.
Si desea tratar de detener el llanto del bebé, siga los siguientes pasos en el mismo orden:
- Primero, satisfaga las necesidades físicas que él pueda tener.
- Permanezca cerca de la cuna y háblele suavemente mientras lo acaricia.
- Si lo anterior no funciona, envuélvalo en una manta suave y colóquelo contra su pecho para que sienta el calor de tu cuerpo y los latidos de tu corazón.
- Por último colócalo sobre tu hombro mientras caminas por el cuarto. (La música suave puede ser de gran ayuda).
Proporcionar atención al llanto de los niños muy pequeños, evita que en el futuro lloren con más frecuencia e intensidad.