Existen múltiples enfermedades, algunas debidas mayoritariamente a la carga genética y otras a factores ambientales. Algunas enfermedades crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes tienen una base en los hábitos alimenticios perjudiciales para la salud.
La presión alta es un problema de salud que aparece en la adultez pero debido a hábitos que se adquieren desde pequeños.
El consumo de sal por su agregado abundante desde pequeños constituye un hábito perjudicial que será muy difícil de cambiar en el futuro. La sal es una sustancia que está contenida en la mayoría de los alimentos que consumimos, la misma se necesita para mantener el equilibrio del medio interno y externo de todas las células de los niños. Pero no es necesario agregar sal extra a la comida de los niños, que en lugar de favorecerlos estaremos causando un daño para su futuro.
Es de vital importancia evitar el consumo de sal en los niños, comenzando desde muy pequeños. Las comidas no tienen porque ser desabridas si no contienen sal, existiendo una larga lista de condimentos que pueden utilizarse para saborear adecuadamente. Los padres deben contribuir en que sus hijos se acostumbren a alimentarse sin sal agregada a las comidas diarias.