Los cambios durante el embarazo del cuerpo femenino se manifiestan de múltiples formas, situación que genera nerviosismos y ansiedad en las mujeres. Dentro de las modificaciones corporales es la aparición de flujo vaginal durante el embarazo.
La distensión uterina provoca cambios a nivel del cuello uterino, que puede determinar la producción de flujo vaginal. Es necesario que la mujer controles las características del flujo para el mayor control de su embarazo.
El flujo durante el embarazo debe ser de escasa cantidad diaria, de coloración trasparente y sin olor. Si las características del mismo se modifican pueden indicar la presencia de una infección, siendo necesario que un médico confirme y evalúe la situación. La aparición de prurito puede estar indicando que puede haber presencia de bacterias en el tracto genital femenino.
Toda mujer embarazada debe prevenir cualquier tipo de infección por los efectos negativos que puede tener sobre su hijo. El control habitual y la consulta precoz al médico son buenas opciones en obtener los mejores resultados del embarazo.
La higiene del aparato genital durante el embarazo adquiere una gran relevancia como forma de evitar posibles infecciones y contaminaciones de la zona, logrando disminuir el riesgo de problemas durante el parto.
