Los bebés suelen acostumbrarse rápidamente a utilizar gestos, miradas o gruñidos cuando quieren algo. Si lloran saben que sus padres van a acudir para ver qué le pasa y eso, después de unos meses, hace que relacionen el llanto o cualquier grito que hagan con atención.
De este modo, en ocasiones hay niños que no se lanzan a hablar, que ni siquiera lo intentan, y eso, a la larga, puede ser perjudicial para el niño porque ha de saber comunicarse bien, sobre todo porque a partir de los 3 años que empieza a ir al colegio sus profesores no estarán tan pendientes.
Los juegos más estimulantes para los niños pueden ser aquellos en los que nosotros les hagamos preguntas, por ejemplo escondiendo su muñeco preferido y preguntándole dónde está. Debemos ser pacientes porque no será ni a la primera ni a la segunda que consigamos que hable o diga alguna frase pero, poco a poco, conseguiremos sacarle alguna palabra.
El quid de la cuestión está en intentar que, poco a poco, vaya expresándose con la palabra, no con gestos.
Otros juegos que podemos utilizar son:
- ¿Qué hay aquí?: Se trata de llenar una bolsa con varias cosas interesantes para el niño e ir sacándolas de una en una diciéndole cómo se llaman. Después de un tiempo con el juego sabrá decir algunas palabras.
- Lectura de cuentos: Es una de las mejores actividades porque los niños disfrutan y aprender el lenguaje.
gracias muy buen tutorail, me ayudara con mi nene.