La alimentación del recién nacido debe realizarse de forma precoz a través de la lactancia materna. Los beneficios de la lactancia materna son múltiples tanto a corto como largo plazo, siendo necesario que la familia los conozca para estimular la alimentación natural del bebé.
Una manifestación habitual que puede presentarse en el recién nacido es la presencia de regurgitaciones y no traduce ningún problema de salud. Las mismas constituyen en que alimento que ha ingerido el bebé vuelve a su boca sin esfuerzo de vómito. Es fundamental distinguir entre regurgitaciones del recién nacido y vómitos. Las regurgitaciones son un fenómeno normal y que ocurre por una técnica inadecuada de lactancia o por otros factores.
La entrada de mucho aire durante la ingestión de leche predispone a la aparición de regurgitaciones del recién nacido. También puede ocurrir que se le proporcione mayor cantidad de leche que el tamaño de su estómago. Frente a este problema se recomienda verificar una correcta realización de la técnica de alimentación y disminuir el tamaño de cada biberón.
Si no mejora se deberá consultar con el médico de referencia que podrá valorar cuál es la posible causas de las regurgitaciones del recién nacido.