El bebé ha llegado a casa, la luz deslumbra sus pequeños ojos, se respira una paz inexplicable en casa, el ambiente luce más tenue de lo habitual y todo se maneja con delicadeza. Al paso de los días la tranquilidad parece desaparecer, pues hemos tenido que cambiar ciertas actividades como nuestras horas de sueño, lo que ha generado un menor rendimiento en el trabajo.
Nadie nos advirtió de estos pequeños detalles que definitivamente hacen una diferencia, pero supongo que es parte del reto, digo, ninguna nace sabiendo ser madre ni tampoco hay un manual de padres que se pueda seguir al pie de la letra, pero debo afrontar la transformación y buscar alternativas para seguir disfrutando de esta nueva etapa.
Esta es la historia por la que muchas de nosotras atravesamos cuando se es madre por primera vez, pero es cierto que siempre hay opciones, en mi caso opte por renunciar temporalmente a mi trabajo y emprender mi propio negocio, pues ello me permitió pasar más tiempo con mi hijo.
Aunque de inicio resultó complicado y tuve algunos tropiezos, poco a poco fui ampliando tanto mis ganancias como mi producción. Mi pequeña empresa de manufactura de bolsos empezó a tomar fuerza, para lo cual tenía que estar preparada, y aunque fueron fluyendo las actividades de madre a la par del trabajo desde casa, económicamente tuve algunas trabas. Debo confesar que recurrí a distintas opciones, una de ellas fue Konfío.mx que te ayuda a impulsar tu propio negocio con prestamos rápidos.
Sin tanto trámite, obtuve un crédito con el que formalice mi negocio, siendo así como mi etapa de madre, esposa y mujer tomó forma. Ahora solo quiero ir desarrollando mi lado profesional y dar un buen ejemplo a mis hijos, ya que Sofía mi segunda hija está por emprender su camino a la vida.