Durante el embarazo la mujer aumenta de peso por los tejidos que se forman en el útero, el líquido amniótico y el feto. Además los cambios físicos producidos durante el parto influyen en el aumento de peso por el aumento del volumen de la sangre materna, mayor presencia de líquido en los tejidos y aumento de tamaño de algunos órganos vitales.
Todas las modificaciones corporales comienzan a disminuir luego del parto, pero es necesario que la mujer realice algunos cambios para recuperar su peso previo. La lactancia constituye una excelente técnica para bajar de peso y recuperar los valores previos.
Los nutrientes acumulados para el embarazo por el cuerpo comienzan a ser degradados y agregados a la leche materna, razón por la cual la lactancia es una acción fundamental para bajar de peso.
Además la madre debe realizar actividad física leve por el reposo relativo que tuvo los meses previos, la misma se debe comenzar de forma progresiva, teniendo en cuenta el gusto y la experiencia de la mujer.
Hay que tener en cuenta, que se deben cambiar los hábitos de alimentación, disminuyendo las porciones que consumía cuando estaba embarazada, siempre evitando ciertos alimentos y bebidas por la lactancia materna durante los primeros meses de vida del bebé.
