Al nacer los bebés requieren que sus órganos maduren y comiences a funcionar completamente. Este proceso de inicio de las funciones fisiológicas lleva un tiempo de desarrollo normal durante los primeros meses hasta lograr el funcionamiento óptimo.
El sistema inmune de defensa frente a los microorganismos del mundo exterior no es ajeno a este proceso. Durante los primeros meses el bebé cuenta con las defensas de su madre, que le ha pasado a través de la placenta antes de nacer y por la leche materna. Este es uno de los motivos fundamentales porque la leche materna es un alimento insustituible durante los primeros 6 meses de vida, de excelente calidad e importancia para su normal desarrollo.
La prevención de enfermedades durante el primer año del niño requiere un cuidado por parte de la familia. Durante los primeros meses el bebé no deberá recibir visitas de extraños, especialmente si la otra persona ha tenido o tiene tos, resfrió o cualquier otro síntoma de infección. Se deberá lavarse las manos toda persona que vaya a tocar al bebé para evitar la transmisión de infecciones que pueden llegar a ser graves por su corta edad. La vacunación en las fechas indicadas contribuye a la prevención de enfermedades en el niño pequeño.