El bebé durante los primeros años de vida requiere un cuidado intenso por parte de sus padres, los requiere para alimentarse, higienizarse y vincularse con el mundo que lo rodea. Un vínculo fundamental que posibilita el desarrollo de niños autónomos en el futuro.
Un aspecto frecuentemente olvidado es la seguridad del bebé cuando se lo traslada en un vehículo, tanto particular como del transporte público.
Todo bebé debe viajar en el auto en una silla especialmente diseñada para su edad, de esta forma se evita que sufra lesiones de entidad en caso de un accidente de tránsito. Los brazos de la madre son el lugar más inseguro para el trasporte de un bebé, porque en caso de un choque automovilístico es probable que salga despedido, aunque el automóvil circule a baja velocidad.
En el trasporte público la madre deberá trasladarse con su hijo sentada en un asiento, solicitando ayuda para bajar y subir correctamente evitando tropiezos. La persona deberá evitar llevar bolsos u otros elementos que dificulten su adecuada movilidad.
Es necesario que toda la familia tome conciencia que la seguridad vial del bebé ocupa un lugar fundamental y requiere actuar ahora para prevenir situaciones difíciles en el futuro.