El collar de lactancia es un complemento para la mujer que facilita el momento de dar el pecho o el biberón al bebé, es decir que hablamos de un collar sólido fabricado con materiales que no presentan ningún tipo de peligro si el niño se los mete en la boca. Cuando el bebé está en brazos de la madre succionando del pecho, puede jugar con este collar tan vistoso, como si lo hiciera con los mordedores para bebés.
Higiene y seguridad
El collar de lactancia suele estar fabricado con madera o tela, pero entonces es difícil lavarlo. Por esta razón, encontramos modelos fabricados con perlas de silicona, que incluso se pueden poner a lavar en el lavaplatos. Por lo tanto es el momento de decirle adiós al collar bonito que a la madre le gusta usar como complemento a la hora de sentirse bonita y elegante, pero que al cabo de un tiempo, tras haber pasado por la boca y las manos del bebé, termina por dejar de ser un complemento favorecedor.
Normalmente, el collar de lactancia queda como nuevo cada vez que se lava con cualquier tipo de detergente. De esta forma se evita la acumulación de microbios que habitualmente se esconden entre las cuentas del collar, o en el propio cordón y los nudos que unen las diferentes cuentas. En realidad, este es el lado más práctico e higiénico de este complemento para madres lactantes.
Una marca de referencia
La marca MamiChic está siempre muy pendiente de la seguridad, puesto que se trata de esta motivación la que está en el origen de la creación de estos collares de lactancia. Cada perla esta aislada del resto de las cuentas por un pequeño nudo. De esta forma, si ocurriera que el collar se rompiera, tan sólo se perdería alguna de las cuentas, sin temor a olvidarse de recoger una cuenta que el bebé podría tragarse más tarde.
El cierre del collar está concebido para poder abrirse si se sufre una gran presión momentánea. De esta forma, si el bebé juega de forma demasiado brusca, la madre no tiene nada que temer, ni siquiera sufrir la posibilidad de verse ahogada por la fuerza del bebé.
Los materiales han sido escogidos cuidadosamente para respetar la salud del bebé que lo manipula. Por esta razón podemos estar seguros de que se trata de un collar de lactancia que reúne las condiciones específicas para cumplir con los objetivos para los que ha sido creado. De esta forma, no solamente las perlas pueden estar fabricadas de silicona, y no contener ningún producto nocivo, igualmente, los colores han sido testados con el fin de garantizar su inocuidad.