Aunque la postura adoptada no es probablemente la única causa del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, parece estar tan relacionada con este síndrome que la Academia Americana de Pediatría se siente obligada a hacer esta recomendación. Pero queremos dejar claro que existen algunas excepciones, que su pediatra se encargará de comentar con usted.
Esta recomendación se aplica a todo el primer año de vida de un niño. Sin embargo, es especialmente importante durante los primeros seis meses, cuando la incidencia del SMSL es mucho mayor.
También es importante que evite colocar la cabeza del bebé sobre superficies blandas y porosas, como una almohada o un edredón. Si la cara del bebé se hunde demasiado en tales superficies, el paso del aire podría quedar bloqueado. Un colchón firme cubierto por una sábana es el lugar más seguro para que duerma un lactante.
A medida que su hijo crezca, su estómago también crecerá y podrá aguantar más tiempo sin comer. Probablemente a usted le gustará saber que más del 90 por ciento de los bebés de tres meses duermen entre seis y ocho horas seguidas por la noche. La mayoría de los lactantes son capaces de aguantar tanto tiempo sin comer cuando pesan unas 12 o 13 libras. Por lo tanto, si el suyo es un bebé grande, es posible que aguante toda la noche sin comer incluso antes de cumplir tres meses.
Por mucho que le puedan animar estas palabras, no espere que los problemas de sueño se acaben de golpe. La mayoría de los niños tienen altas y bajas: duermen plácidamente durante varias semanas, e incluso meses, y luego vuelven a la pauta de despertarse varias veces por la noche. Es posible que esto se relacione con los períodos de crecimiento rápido, los denominados «estirones», en que aumentan las necesidades alimenticias o, más adelante, con la dentición u otros cambios del desarrollo.
De vez en cuando tendrá que ayudar a su hijo a conciliar el sueño o a volver a dormirse. Sobre todo cuando aún sea un recién nacido, probablemente le resultará más fácil conciliar el sueño si usted lo estimula suavemente de forma continua.
A algunos lactantes les sirve que los mezan, los paseen de un lado a otro, les den palmaditas en la espalda o les pongan un chupete en la boca. A otros los calma la música de la radio o de una grabadora a bajo volumen. Hasta el sonido lejano de la televisión puede actuar como ruido de fondo reconfortante. Sin embargo, hay u ¿unos estímulos sonoros que resultan irritantes para un bebé como, el sonido del teléfono, el ladrido de un perro o el ruido de una aspiradora.
No hay ningún motivo para obligar a un bebé a dormir siempre en su cuna. Si, por cualquier motivo, usted prefiere tenerlo cerca mientras duerme, utilice un moisés como cuna temporal y así podrá moverlo por toda la casa cuando cambie de sitio.
A partir de la evaluación de los datos de que disponemos actualmente sobre el SMSL, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los lactantes sanos deban dormir boca arriba, es decir, sobre la espalda.
A pesar de lo que cree mucha gente, no existen pruebas de que las asfixias por aspiración sean más frecuentes en los lactantes acostados sobre la espalda (posición supina) en comparación con otras posturas. De todos modos, en algunas circunstancias, existen buenos motivos para colocar a algunos lactantes boca abajo, es decir, sobre el vientre. Le instamos a que comente su caso particular con el pediatra.
esto me asusta. quiero tener un bebe pronto y no tengo resultados
Buena nota! yo compré el monitor de movimientos respiratorios que se llama Babysense, esta bárbaro porque sormis mas tranquila, si nota algo enseguida suena una alarma sonora y lumínica que te avisa! lo recomiendo!