Durante los primeros meses de vida los bebés se están adaptando al lugar en el que viven y el entorno con que se relacionan. Un problema de salud frecuente durante los primeros meses de vida son los cólicos abdominales, cerca del 40% de los bebés los sufren. Suceden especialmente desde las tres semanas de nacido y disminuyen hacia el tercer mes de vida, que llevan a que el bebé llore mucho durante el día. Los cólicos son contracciones involuntarias y repetitivas del intestino, que generan molestias y especialmente dolor en los lactantes.
Hay que destacar que son bebés sanos, que se alimentan bien y tienen el apetito conservado. Algunas veces presentan regurgitaciones, es decir, el alimento que consumieron les vuelve espontáneamente a la boca sin ningún esfuerzo de vómito. A veces babean frecuentemente. También tienen un tránsito digestivo normal, y sus materias no presentan ningún elemento anormal.
Los lactantes que sufren de cólicos abdominales tienden a mostrarse irritables a lo largo del día. Se calman cuando los padres o cuidadores lo toman en brazos y lo abrazan, sintiendo un poco de alivio en las molestias abdominales. El médico pediatra podrá realizar recomendaciones para que los lactantes se sientan mejor.