Comprando la cuna, que tenemos que tener en cuenta

Sin lugar a dudas la cuna es uno de los artículos más importantes del ajuar del bebé, por lo tanto su compra no debe tomarse a la ligera.

Lo primero que hay que tener en cuenta son las dimensiones del cuarto donde dormirá el bebé, el color de la cuna, el tipo de colchón que queremos para que el bebé se sienta bien, etc.

Lo más recomendable es elegirla con altura que se pueda regular o modificar, si es posible con algún sistema de almacenaje incorporado o convertible en otro mueble cuando el bebé crezca para que sea más aprovechable.

Si tienes espacio en la habitación matrimonial puedes utilizar la cuna tamaño estándar desde el nacimiento en la posición más elevada con los laterales protegidos. Hay algunas a las que se les baja uno de los lados pudiéndola adosar a la cama de los padres, lo cual resulta muy útil para coger al bebé por la noche.

La minicuna es un mueble del que podemos prescindir reemplazándolo por un moisés durante los primeros meses (algunos padres utilizan el capazo) y luego pasar al bebé directamente a la cuna en la que dormirá hasta que sea el momento de pasar a la cama.

Existen cunas de estilos diferentes, de una gran variedad de materiales y en una enorme selección de colores y terminaciones.

Cunas de toldos, vienen equipadas con postes y un marco para colocar un toldo de color a juego con la decoración de la habitación.

Cunas co-sleeper, funcionan como una extensión de una cama tradicional, dando al bebé su propio espacio y aportando comodidad a los padres a la hora de atenderlo durante la noche.

Cunas convertibles, aunque de entrada son algo más caras a la larga, suponen un gran ahorro puesto que se convierten en otros muebles adaptándose a las necesidades del niño a medida que crece.

Cunas de viaje o cunas portátiles muy útiles para que sea más cómodo viajar con el bebé.

Cunas estándar, preferible elegir una que permita acceder al bebé por los dos lados para mayor comodidad.

Las cunas deben estar provistas de unos barrotes separados entre sí una distancia de seguridad de entre 4 y 6 centímetros, para evitar que el niño pueda meter la cabeza a través de ellos y la altura debe ser al menos de 60 centímetros desde la base del colchón para que el bebé no pueda caerse.

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  1. der 14/09/2010

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