La respiración que se caracteriza por el ingreso de aire con alto contenido de oxígeno a los pulmones y la salida de aire con exceso de anhídrido carbónico, este proceso se realiza de forma permanente y continua durante toda la vida del bebé y luego en el adulto.
Este proceso asegura un adecuado aporte de oxígeno para todas las células del cuerpo para su normal funcionamiento. Durante los primeros meses de vida los bebés presentan una inmadurez del centro nervioso que controla la respiración.
La respiración en bebés se caracteriza por se periódica, es decir, respiran muchas veces rápidamente, luego tienen una breve pausa para retomar luego con varias respiraciones rápidas. Esta forma de respiración del bebé es completamente normal, información que debe ser enseñada por el médico pediatra a la familia para que no se alarme. Luego de los 6 meses, la maduración del bebé permitirá que adquiera una respiración normal de forma continua, sin la presencia de pausas.
Esta forma particular de respiración, diferente a los adultos, lleva a que los cuidadores del bebé lo identifiquen como un problema de salud, los cuales deben conocer este fenómeno completamente normal y esperable durante los primeros meses de vida.
