Es frecuente que los niños se realicen heridas cortantes superficiales o raspones durante su vida. Los niños se caracterizan por correr, jugar y moverse mucho. La familia debe saber que hacer en caso de una herida cortante.
Si la herida cortante del niño sobre la piel sangre hay que tomar una gasa y presionar fuerte. Luego de unos minutos el sangrado se detendrá, cuando así se deberá lavar la herida con agua corriente. Si el sangrado no se detiene en los primeros minutos o es muy abundante se deberá consultar rápidamente al médico porque la herida no es superficial. Lo mejor es colocar el brazo o piernas del niño bajo el chorro de agua para permitir un adecuado lavado por arrastre. Luego con una gasa estéril se deberá retirar todo resto de arena o tierra que pueda quedar en la herida, siempre con movimientos desde el centro hacia fuera.
Se tomará un desinfectante como agua oxigenada y con una gasa se aplicará sobre la herida para eliminar la mayor parte de microorganismos.
Finalmente se procederá al vendado de la herida, para evitar que le herida se contamine o el niño se la toque con los dedos. Se utilizará gasas y vendas para poder cubrir completamente la herida.