El embarazo es una etapa en que la mujer tiene una gran cantidad de cambios en su organismo, algunos beneficiosos y otros que implican cierta molestia. Desde que la mujer se entera que está embarazada, incluso antes si es posible, debe tener claro que todo alimento y producto que ingiera puede pasar completamente a su bebé a través de la placenta. Este órgano produce el intercambio de sustancias entre la sangre del feto y la sangre materna. Conocer este aspecto permite realizar modificaciones en la madre para la mejor salud de su hijo.
El consumo de café en el embarazo debe reducirse al mínimo posible, por su aporte de cafeína que estimulará a su bebé, haciendo que tenga mayor movimiento dentro del útero materno. Además el aporte de cafeína aumenta la frecuencia cardiaca materna, favorece la aparición de mareos y el malestar digestivo, incluyendo vómitos y nauseas. Otro efecto del consumo de café en el embarazo es dificultad los ritmos normales de sueño.
El consumo de más de 2 tazas de café diarias supera el nivel aceptable de consumo de cafeína para toda persona. En caso de que la mujer embarazada no puede abandonar el consumo de café se deberá preferir la variedad descafeinado.
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