A lo largo del desarrollo humano tanto embrionario como post natal, los pulmones van creciendo y adquiriendo funcionalidad de manera gradual.
Primeramente en las últimas semanas del embarazo, pasado el mes 7 de gestación, los alvéolos (unidades funcionales del órgano) ya están capacitados para realizar la respiración pulmonar.
Sin embargo, una vez nacido el niño se requiere de un plazo de 8 años para dar por finalizada la maduración.
Entre el nacimiento y los dos años ocurre lo que se conoce como maduración microvascular que consiste en la formación de diversas ramificaciones de capilares que terminan su desarrollo formando plexos.
Paralelamente, entre el nacimiento y los tres años ocurre una multiplicación celular conocida como Hiperplasia Activa. Es parte del proceso de generación y modelación de distintas partes del órgano.
Luego de los tres años y hasta los ocho, el niño continuará con su crecimiento para pasar de 20 millones de sáculos y alvéolos hasta los 300 millones.
Sin embargo diversas patologías pueden afectar al bebé, por esta razón siempre es necesario acudir al médico por enfermedades respiratorias o insuficiencia.
Estas son las características normales en un lactante:
Lengua grande, zona del cartílago cricoides estrecha, fosas nasales de tamaño pequeño, costillas orientadas en forma horizontal, presencia del reflejo de Hering-Breuer y mayor distensibilidad de la pared torácica.