En el embarazado el feto se encuentra dentro del útero materno, flotando en líquido amniótico, que permite su mejor desarrollo.
Todas las necesidades de sustancias son aportadas por la madre durante las 40 semanas de gestación, este concepto es fundamental, porque la alimentación de la madre deber ser variada además de evitar algunos productos perjudiciales para la salud.
La placenta es el órgano por excelencia para el intercambio de sustancias entre la madre y el feto, la misma permite un contacto íntimo entre la sangre materna y fetal. Las mismas no se mezclan, están separadas por tejidos contenidos en la placenta.
La sangre del feto se trasporte a través del cordón umbilical que se inserta en la placenta.
El pasaje a través de la placenta es libre para el oxígeno, anhídrido carbónico, sustancias nutritivas, iones y productos de desechos. La madre debe cumplir varias de las funciones vitales del feto, entre ellas se destacan el intercambio de gases, el aporte de nutrientes y la eliminación de desechos. Hay que tener en cuenta que la placenta permite el pasaje de la mayoría de las sustancias contenidas en la sangre materna, razón por la cual, el consumo de algún producto por parte de la madre llegará a su hijo.