Una buena apariencia es importante, pues es la forma como los individuos se presentan ante el mundo. Día a día se suele saludar al mundo con una sonrisa, por eso es la carta de presentación para conducirnos de la mejor manera en los diversos roles que se asumen en la vida, tanto en el plano laboral como el sentimental y familiar. Por eso, desde la infancia es necesario inculcar hábitos que favorezcan la salud dental para la preservación de una sonrisa que enmarque el éxito.
Principales rasgos de la salud dental
La salud dental son todas aquellas acciones encaminadas al cuidado y preservación de los dientes. Los odontólogos como expertos en el área lo saben, por eso cuando una mujer está embarazada se le aconseja que los buenos hábitos del cuidado dental deben comenzar desde el vientre, pues algunos estudios científicos avalan su relevancia. Así como el control en los medicamentos suministrados durante el proceso de gestación, pues no solo alteraría la formación de algunos órganos del bebé, sino que el consumo de ciertas medicinas también afectaría el crecimiento, malformación y posible aparición de manchas en las piezas dentales.
Entonces, la salud dental es y debe ser un hábito para toda la vida, aspecto por demás conocido por la publicidad del sector dental, que va más allá del cuidado estético porque están implicados en procesos como la masticación, acción que hace posible la alimentación de los seres vivos. Asimismo, es posible emitir mensajes a través del habla. Cualidad que identifica y distingue a los seres humanos de cualquier otro ser vivo.
Medidas preventivas durante los primeros años
Líneas arribas más se señaló la necesidad de los cuidados bucales desde el vientre de la madre. Una vez comienza en pleno la vida del infante no deben dejarse de lado prácticas básicas y primordiales para la buena salud dental. En primer lugar, la limpieza de las encías con una gasa luego de cada comida y antes de cada siesta, o cuando llega la hora de dormir. Como complemento de la acción anterior, limpieza constante del biberón o chupón a fin de evitar la caries de biberón. Sobre todo, durante la aparición de los dientes que tiene lugar entre los 3 y 9 meses.
Una vez el niño ha crecido y tiene sus dientes de leche, debe asistir al odontólogo como mínimo dos veces al año. Tanto el profesional de la salud oral como los padres deben estar siempre vigilantes de que el niño se cepille como mínimo tres veces al día o luego de cada comida. Junto con el cepillado, acompañar la limpieza con el uso del hilo dental y enjuague bucal. Sin dejar a un lado el hecho de suministrar flúor en cantidades adecuadas.
Para agregar a lo ya señalado, es imperioso proporcionar al infante una buena alimentación. El consumo de nutrientes ricos en proteínas, así como una dieta equilibrada con alta ingesta de frutas, vegetales y lácteos protegerá la vida de los dientes, sumado a las visitas esporádicas al odontólogo, argumento por completo conocido por Metacom.
Beneficios para la vida
¿Qué puede añadirse a lo expuesto? Mucho más. Aunque pareciera que no tuviera implicación alguna, un cuidado deficiente de la higiene bucal repercute en la aparición de enfermedades que van desde alteraciones cardiacas, virus del Papiloma Humano (VPH), diabetes y surgimiento de osteoporosis, entre otras. Padecimientos que pueden controlarse a tiempo con el hábito del cepillado adecuado y las consultas periódicas. Asimismo, junto a dolencias físicas, el asunto psicológico y emocional pueden inmiscuirse.
Una persona que padezca una enfermedad bucal quizá se sienta truncada, impedida de realizar un gesto que es casi un acto reflejo para las personas: sonreír. Por tanto, la autoestima resulta alterada, pues le resta seguridad en la toma de decisiones y en emplear la sonrisa como carta de presentación ante el mundo. En suma, los buenos hábitos son la herramienta más poderosa para impedir la aparición de enfermedades dentales que, así como la pesarosa noticia de una extracción u operación quirúrgica dental, es temida por todos. Los cuidados comienzan desde temprana edad. El riesgo no confluye en alterar la apariencia de los dientes sino de la salud en general.