No todos los niños tienen que tomar suplementos alimenticios para tener una infancia feliz y saludable. Antes de dar a nuestros hijos este tipo de nutrientes adicionales deberíamos saber cuáles son las carencias o necesidades de los pequeños de la casa. De hecho, los niños que se alimentan a base de comidas completas no necesitan tomar suplementos vitamínicos. No obstante, la vitamina D es muy popular por su importancia y relación con el desarrollo y crecimiento de los huesos de los niños. Por lo tanto, debemos vigilar que nuestros hijos obtengan suficiente vitamina D, a través de los alimentos o de la luz solar.
De hecho, es conocida como la «vitamina del sol», pero no siempre podemos gozar del buen tiempo y de jornadas despejadas, por lo que una suplementación vigilada puede ser la opción idónea para garantizar el bienestar de los más pequeños.
Vitamina D natural
Tal y como hemos apuntado en el párrafo anterior, una de las formas más precisas y prácticas a la hora de obtener esta vitamina es a través de la comida. Los alimentos más destacados son el aceite de hígado de bacalao, yemas de huevo, salmón, sardinas, atún y hongos shiitake. Sin embargo, ninguno de ellos es muy popular entre los niños.
Por suerte, hoy en día son muchos los alimentos que están fortificados con vitamina D: cereales, zumo de naranja, yogur o leche, entre otros. Cabe destacar que estos alimentos no siempre están fortificados con vitamina D, especialmente la leche por sí sola.
Por otra parte, la luz del sol aporta importantes niveles de vitamina D en nuestro cuerpo, no solo en el de los niños. Por ello puede ser beneficioso tomar el sol durante breves períodos, sin pasarse. Concretamente, el Children’s Hospital of Philadelphia ha matizado que “desde abril hasta finales de octubre, 15-30 minutos al aire libre al mediodía pueden producir suficiente vitamina D para sus hijos si sus manos y caras están expuestas”. El mismo estudio indica que durante el otoño y el invierno puedes complementar la dieta del niño con este tipo de suplementos naturales.
La cantidad adecuada
La mayoría de los multivitamínicos para niños, en forma líquida y masticable, contienen 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día. Esta es la cantidad diaria recomendada establecida por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) para niños de al menos 1 año.
En cambio, los niños que aún no han cumplido el primer aniversario deberían tomar 400 UI diarios. Además, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que “los bebés amamantados deben recibir un suplemento diario de vitamina D de 400 UI en los primeros días de su vida”. Por otra parte, los bebés no amamantados que beben menos de 32 onzas por día de leche fortificada con vitamina D deben recibir un suplemento diario de 400 UI de esta vitamina.
Por otra parte, los niños obesos, que rara vez salen al aire libre, usan ropa que cubre la mayor parte de su piel o tienen la piel oscura, podrían necesitar suplementos vitamínicos durante todo el año. Esto se debe a que, por ejemplo, los niños con piel más oscura pueden experimentar deficiencias de vitamina D porque el pigmento en su piel bloquea la luz solar.
Controla la dosis de vitamina D
Es posible sufrir una sobredosis, por lo que es recomendable acudir a un profesional de la salud antes de recurrir a cualquier tipo de suplemento para niños. En este caso, los niveles extremos de vitamina D de los alimentos y suplementos pueden ser tóxicos, provocando algunas de las siguientes consecuencias:
- Cálculos renales.
- Problemas del ritmo cardíaco.
- Estreñimiento.
- Poco apetito.
- Vómitos.
- Debilidad.
- Pérdida de peso.
Beneficios para pequeños y mayores
Tanto los niños como los adultos podemos beneficiarnos de las bondades de esta vitamina. Se ha descubierto, entre otras cosas, que la vitamina D ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio adecuado de calcio y fósforo. De hecho, sin este valioso nutriente no se puede depositar suficiente calcio en los huesos para mantenerlos fuertes y saludables.
Además, la mayoría de las células del cuerpo tienen un receptor de vitamina D. Por lo que se trata de un nutriente que juega un papel importante en muchas de las funciones del cuerpo. A grandes rasgos, destaca por su eficacia ante problemas de salud para bebés y niños en desarrollo.