Los alimentos nos proveen de todos los nutrientes que nuestro cuerpo requiere, tanto para la obtención de energía como para el recambio de los componentes que constituyen las células.
La comida es digerida en el tubo digestivo, los nutrientes se absorben y pasan a la sangre para ser utilizados por todas las células. Este proceso que se produce de forma natural varias veces al día, también ocurre en las embarazadas.
Los requerimientos de nutrientes durante el embarazo aumento, situación que determina que se debe aumentar levemente el consumo.
Una inquietud frecuente es conocer si los alimentos que consume la mujer embaraza contienen los nutrientes necesarios para su bebé y ella misma, en las cantidad adecuadas.
Para evitar un déficit de algún nutriente en particular se recomienda que las comidas deban poseer la mayor variedad de colores posibles. De esta forma, cuanto más color tenga los platos de comidas, mayor tranquilidad tendremos en consumir todos los nutrientes que se puedan necesitar.
Esta recomendación sobre los colores de las comidas, es fácil de implementar, siendo simple agregar varias verduras o cereales a cada plato como forma de aumentar los nutrientes esenciales que deben consumirse. Por otra parte, ocurre lo mismo con el consumo de frutas, que deben ser variadas a lo largo de todo el día.
