Los nueve meses de embarazo pueden parecer un tiempo muy largo, que produce ansiedad en la pareja. En el tercer trimestre aumentan las tensiones y el nerviosismo frente al acercamiento de la fecha probable de parto.
Es necesario que toda la familia sepa la fecha probable de parto, pero la misma es un estimativo y puede tener variaciones por múltiples causas personales y/o médicas. Por esta razón es necesario tener planificado el parto de forma previa. Se deberá hablar con el médico responsable eligiendo el lugar y la forma en que la mujer desea dar a luz a su bebé.
Hay que tener en cuenta, que existe la posibilidad de que un acompañante ingrese en la sala de parto y acompañe a la mujer en este proceso, siendo generalmente el padre.
En algunos casos seleccionados en que el embarazo es de bajo riesgo se puede analizar la posibilidad de que el parto sea en la propia casa de la familia. Esta decisión para la planificación del embarazo debe ser tomada en común acuerdo con el médico responsable.
Tener la ropa, pañales y todos los insumos necesarios de forma previa contribuye a un mejor apego, disminuye tensiones innecesarias así como genera menos tensiones en los últimos días del parto.